Cholo soy y no me complazcas , sexo Miércoles, 2 septiembre 2015

Las maniquís arequipeñas lideran la revolución sexual del Perú

Hernán Migoya

Escritor y guionista español. Ya está a la venta su nueva novela, "La flor de la limeña" (Planeta Perú).

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Mientras periodistas con muchas ínfulas y escasas luces se dedican en cuerpo y alma, como inquisidores o fanáticos represores del Opus Dei y ungidos de la arrogancia del que se cree superior, a imponer a los demás los libros que pueden o no leer y la TV que deben o no ver, yo me consagro a temas realmente importantes, que en lugar de constreñir la libertad de nuestra sociedad la amplíen: por ejemplo, dilucidar cómo conseguir inaugurar la primera playa pública nudista peruana que sea de libre acceso a toda su ciudadanía.

Resulta paradigmático que, de todo el país, haya sido en la tradicional Arequipa donde haya encontrado mayores signos de liberalismo y ganas de romper las rígidas formalidades: concretamente en sus maniquís femeninos. Seguramente hartas de las constricciones sociales y del enfermizo pudor que nos lleva a todos a ocultar nuestros cuerpos, estas valientes muñecas de anatomía diseñada a escala humana (muy voluptuosas y sugerentes, para qué negarlo) de un centro comercial en pleno Arequipa, han tomado la iniciativa de difundir el topless y otros altos valores morales y usos de la mujer empoderada.

Como nuevas  Valentinas llegadas de los impúdicos años 60 para sacarnos los colores a pacatos y mojigatas, estas nuevas mujeres de plástico esgrimen la bandera de la libertad sexual y personal, justo medio siglo después del nacimiento de la heroína emancipada de Guido Crepax, para llevar la liberación del tabú corporal a todos los rincones del territorio geográfico y humano.

Maniquí baja

Violeta ha sido la primera en negarse a ser un maniquí objeto.

Pero la liberación también conlleva responsabilidad: y las maniquís arequipeñas, conscientes del problema que supone el acoso callejero y el flagrante machismo de nuestra sociedad, han puesto en marcha una campaña por la que dan a entender que exhibir sus encantos no implica el que los varones se tomen un exceso de confianza con ellas. Por así decirlo, la liberación femenina no debe traer consigo el libertinaje masculino.

De este modo, vemos que estas bellas maniquís, al tiempo que desnudan su piel, también advierten al mundo con un cartel bien visible, más eficaz que todas las tetas al aire de Femen: «NO TOCAR».

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«No tocar», otro modo de decir «Mi cuerpo es mío».

En lo personal, felicito calurosamente a estas maniquís de Arequipa por su resuelta campaña por construir una sociedad más liberal, desinhibida y sana.

Espero que l@s maniqu@s de todo el mundo sigan su admirable ejemplo.

Fotos de Hernán Migoya

Hernán Migoya

Escritor y guionista español. Ya está a la venta su nueva novela, "La flor de la limeña" (Planeta Perú).