Cholo soy y no me complazcas , libertades , sociedad Viernes, 14 julio 2017

Ya están aquí los ‘revolucionarios de la Baguette’: ¡los temibles pitucos de izquierdas!

Hernán Migoya

Escritor y guionista español. Ya está a la venta su nueva novela, "La flor de la limeña" (Planeta Perú).

Una de las cosas que uno aprende enseguida cuando vive en Miraflores (Lima), es que la mayoría de fujimoristas allí lo son por convicción y DEMASIADOS antifujimoristas lo son por pose. Eso hace que uno adquiera una actitud de cierto escepticismo ante las demostraciones excesivas de ira contra Fujimori dentro de aquel distrito.

Es como los años 80 en España: de pronto, tras casi cuarenta años de dictadura franquista y ya con la garantía de la democracia como red ante cualquier declaración al tendido, resulta que casi todo el mundo presumía de haber sido activo opositor antifranquista cuando, como dicen los verdaderos antifranquistas, aquellos que se manifestaron contra el régimen de Franco en vida de éste habían sido unos poquitos, siempre los mismos y fichadísimos y torturadísimos por la policía represora. Después, todos los demás -muchos antiguos colaboracionistas con la dictadura o simplemente ciudadanos conniventes- se colgaron la medalla de «luchadores y mártires por la democracia» porque era ya lo que vestía y convenía.

Últimamente estoy fascinado, porque no paro de conocer niños de papá, blancos, ricos y criados en el más absoluto privilegio de las familias oligárquicas con apellido «ilustre», que se ponen a presumir de izquierdistas y a gritar que el país está peor que nunca ante el riesgo de control fujimorista. ¡Ahora resulta que la izquierda se está rearmando en Miraflores, cuando sus mayores representantes son precisamente los herederos de las clases dirigentes!

¿Estarán intentando disimular que sus familias han formado parte de los abusos de clase y han contribuido claramente a perpetuar los desniveles sociales?

¡Nooooooo!

Los tics más habituales de estos revolucionarios de La Baguette son los siguientes:

1. Prefieren La Baguette al San Antonio

Sus reuniones clandestinas para transformar el Perú suelen darse en la terraza de La Baguette de Núñez de Balboa con 28 de Julio, un espacio claramente progresista en contraste con el San Antonio del otro lado de la calle, que representa el «Antiguo Régimen», reservado ya solamente para ricachones nostálgicos del Chino y dirigentes españoles de Telefónica que todavía no se han enterado del posicionamiento ideológico que implica elegir un establecimiento u otro. Además, los huevos fritos los hacen bien en ambos sitios, así que tampoco notan la diferencia…

2. De vez en cuando se les escapa algún insulto racista, pero lo controlan a tiempo

Recuerdo haber escuchado a uno de ellos llamar a Ollanta Humala un «cachaco orangután» con el mayor desprecio clasista que haya oído jamás, para a renglón seguido embarcarse en un sentido discurso pro-igualdad. Yo, claro, me dedicaba a saborear el buen vino que me habían servido, remarcando la pronunciación de las zetas para que no descubrieran mi bajísimo origen social, porsiaca…

3. Los modos del pueblo les parecen de mal gusto

Imagen: América TV

Imagen: América TV

Aunque aseguran luchar por las masas y sentirse uno más de ellas, cualquier cosa que agrade a las clases populares (música, humor, entretenimiento) la consideran basura y de ignominiosa calidad. También les parece bien que coarten los comportamientos «inapropiados» de la gente común, como esa mujer que se sacó un pecho en TV para amamantar a un cerdito tras el desastre de los huacos… y cuya censura por parte del camarógrafo todos los caviares aplaudieron. Viven y sienten como ricos, pero quieren sentir que entienden a los pobres… a ser posible sin verse obligados a (mal)vivir como ellos, claro.

4. Ya no usan la campanita con su empleada

Esto ha resultado un gran avance en el Perú moderno y agilizará los trámites para una Revolución efectiva. Han renunciado a llamar con campana a sus trabajadores del hogar y subordinados varios, incluso los abrazan y proclaman a brincos que son uno más de la familia antes de comunicarles lo que desean cenar y dejar que se apolillen en la cocina.

5. Aseguran que el Perú ha empeorado muchísimo

Creo que esto lo dicen simplemente porque ellos viven peor que antes, dado que se educaron en familias pudientes, de colegios privados y en medio de los mayores lujos. Ver que ahora surgen nuevos profesionales preparadísimos con apellidos andinos y nuevas fortunas de familias sin abolengo, les asusta y supone una amenaza a sus controladísimos hábitos de vida en los entornos adinerados y favorables de Miraflores y cercanías.

Imagen: Twitter

Imagen: Twitter

Afirman luchar por un reparto de la riqueza entre las clases desfavorecidas, pero en el fondo añoran el rol decisorio que tenían sus familias aristocráticas venidas a menos y todo su empeño se basa en imponerse de nuevo como centro de la atención de la sociedad. Su lucha pública no es por la justicia social… es por el ego narcisista de volver a detentar el poder que caracterizó a su linaje.

Y también, obviamente, por lavar su mala conciencia.

6. Siguen siendo las clases dirigentes y los mismos apellidos de siempre

Cuando uno abre los periódicos, cuando compra libros, cuando ve la televisión, se encuentra de continuo con que la mayoría de los protagonistas siguen siendo los cuatro apellidos que han controlado la vida económica y cultural del país, repitiéndose una y otra vez. Es divertido incluso jugar a averiguar quiénes se han acostado con quién en ese grupo, porque al final la endogamia resultante parece propia de monarquías europeas.

Imagen:

Imagen: El Mundo Today

7. Odian el reggaetón

Su mayor pesadilla es que una familia emergente se compre el departamento del costado e inunde el espacio sonoro de su exclusiva zona del malecón con lo mejor del reggaetón del año. En el fondo, esa sería la peor situación que podrían imaginar en su vida cotidiana.

El día menos pensado la Revolución llegará abanderada por estos chicos miraflorinos, así que estén preparados. Yo, de momento, me limito a reírles las gracias y rezar para que no rastreen la absoluta ausencia de antecedentes distinguidos en mis apellidos ni averigüen que mi abuelo fue el hijo bastardo de una empleada seducida por un señorito como ellos.

Hernán Migoya

Escritor y guionista español. Ya está a la venta su nueva novela, "La flor de la limeña" (Planeta Perú).