Cholo soy y no me complazcas Viernes, 8 abril 2016

Lloramos que se cumplen 10 años sin Rocío Dúrcal seleccionándote sus 10 mejores canciones

Hernán Migoya

Escritor y guionista español. Ya está a la venta su nueva novela, "La flor de la limeña" (Planeta Perú).
trashjimmy.blogspot.pe

Foto: trashjimmy.blogspot.pe

Se han cumplido diez años desde que María de los Ángeles de las Heras Ortiz ya no está  entre nosotros.

Por encima de todo, Rocío Dúrcal (su nombre artístico) es sinónimo de alegría de vivir: escucharla es rendirse irremediablemente a su gracia, belleza y voz que vivirán lo que vivamos sus vasallos.

Siempre que escucho a la madrileña de México tengo el corazón en un puño y el pensamiento en mi madre. Y me pongo sentimental y cursi sin apuros ni reparos. A finales de 2005 estuve a punto de conocer a la cantante, al ofrecerme a sus allegados con un respaldo editorial para escribir su biografía. Pero Marieta (como la conocían en familia) ya languidecía de la enfermedad que se la llevó un año más tarde.

Por tanto, sólo queda llorarla y reír al escuchar la vida que mana a raudales en los surcos de sus discos. Aquí les dejo un listadito con mis canciones favoritas de la Dúrcal:

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Rocío como mujer y como hombre. Foto: www.benitomovieposter

10. Borracho de Los Brincos, con Gracita Morales

Los Brincos son el grupo pop español más popular de los años 60s. En su formación original están los dos amores de Rocío, el gallego Juan Pardo (más tarde un chispeante compositor y cantante de música melódica) y el hispano-filipino Antonio Morales “Junior”, con quien ella terminó casándose y fundando una familia.

Entre los éxitos de la banda figura el tema Borracho, que la propia Dúrcal grabaría también con ellos. La letra es maravillosamente pop y saludablemente incorrecta: «Quiero estar borracho otra vez, otra vez, otra vez. A ver se así dejo de beber de una vez.»

Más tarde, en uno de los populares filmes de esta ex niña prodigio, la coproducción hispanoargentina Más bonita que ninguna (1965), la veinteañera Rocío cantaría ese corte travestida de hombre, como requería el argumento de la película (Luisa, el personaje de ella, se convierte en Luis para ‘defenderla’ de la traición de su novio), junto a una secundaria de lujo, la cómica Gracita Morales.

No hace falta pensar mucho para percibir los aires lésbicos que transpira esta “fiesta privada” entre Rocío y Gracita… ¡había que eludir la represión del franquismo con las más sutiles armas!

Y ella… ¿no está divina de hombre? Perdón, divino:

hechosyvidas.blogspot.pe

Foto: hechosyvidas.blogspot.pe 

9. Caracoles por bulerías

El susodicho filme finaliza con un espectacular número flamenco, donde Rocío demuestra el poderío de su voz. Se me pone la carne de gallina cada vez que miro este video, tanto en el elaborado preludio musical y escenográfico como en la sorprendente aparición de Rocío. Y qué letra, sencilla como la verdad: “Eres bonita, eres bonita… el conocimiento la pasión no quita”.

Disfrútenla:

www.guateque.net

Foto: www.guateque.net

8. Todo es mío

No podía faltar en el repertorio de la joven Dúrcal los temas de Augusto Algueró. El creador musical de las mejores canciones de Nino Bravo y Marisol también le regaló a Rocío, con su habitual Antonio Guijarro como letrista, algún que otro tema memorable. Rescato mi favorito, Todo es mío, en un número perteneciente a la película Acompáñame (1966).

Esta canción es un alegato al egoísmo de la juventud. Porque no hay nada más legítimo que el egoísmo de la belleza juvenil. Nada más legítimo que escuchar a Rocío Dúrcal con veintidós años diciendo que lo quiere todo:

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Foto: motionpic.com

7. Ay qué triste es ser la viuda

Pero Rocío también creció. Antes de desnudarse para el cine español (porque además aún no estaba permitido), empezó ya a flirtear con una imagen más pícara y casquivana, como en la película Las leandras, dirigida en 1969 por Eugenio Martín.

Las leandras fue un musical creado en 1931 por el compositor Francisco Alonso y libreto de Emilio González del Castillo y José Muñoz Román, en una época licenciosa de maravillosa creatividad erótica, tanto en literatura como en espectáculos teatrales, que la dictadura de Francisco Franco también tiró abajo. Todas las almas autoritarias odian el sexo.

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Foto: www.todocoleccion.net

Esta película, como las demás mencionadas, fue bautizada despectivamente por una generación falsamente moderna con el apodo despectivo de “españoladas”, término que irónicamente describió a obras mucho más modernas, avanzadas, vivas y emocionantes que el espíritu del hatajo de imbéciles que las denominaba así.

Ver ahora, casi medio siglo después, este número de Las Leandras, titulado Ay qué triste es ser viuda, hace que uno se pregunte si realmente somos hoy más avanzados e inteligentes que quienes concibieron este musical lleno de intenciones. Gozosas letras (“Ay qué triste es el vacío que ha quedado en una… aunque me dejó lo mío, que es una fortuna”.), con ardorosas súplicas casi pornográficas (“Adminístreme usted lo que el pobrecito dejó, hágalo para que su vacío no sienta yo”) y una actuación inesperadamente sexy de una Dúrcal rubia:

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Foto: geocities.ws

6. Me nace del corazón 

Desconozco el motivo, pero Rocío Dúrcal se pasó cinco años sin grabar nuevos discos, excepto por un tentativo elepé de versiones del compositor y productor británico Simon Napier-Bell. De pronto, en 1977 se encuentran la Dúrcal y el Gabriel, o sea, Juan. Y nace el amor artístico. Ella empieza a cantar todos los temas importantes del  compositor mexicano. Así nace una leyenda: la reina de las rancheras.

En la primera tanda de esa sucesión de interpretaciones de temas gabrielinos, destaca por ejemplo Tarde, y ya percibimos lo cómoda que se siente la española acoplando su gracejo castellano-andaluz a esas declaraciones de amor que uno sólo imaginaba en boca del genio azteca, como la mítica frase “Que a mi madre y a ti sólo quería”…

En Canta a Juan Gabriel volumen 2 (edición mexicana) se incluyen clásicos como No lastimes más (impresionante y con su característico dejo aflamencado en esta versión en directo) o la desgarradora Ayer murió.

Más allá de Me gustas mucho (declarada parte del Patrimonio de la Cultura Popular y Musical de México) hay vida. Y mi canción favorita de esa etapa es esta declaración de amor llena de algarabía y duende:

20minutos.es

Foto: 20minutos.es

5. La muerte del palomo 

Canta a Juan Gabriel Volumen 3 (edición mexicana) aporta uno de esos temas enclavados en la fructífera tradición de la canción tradicional mexicana que consiste en utilizar a las palomas como metáforas de los (des)amores humanos (ahí están Cucurrucucú paloma o Paloma negra). Esta vez, no podía ser menos tratándose de Juan Gabriel, el protagonismo recae en un ¡palomo!, pero el resultado es igual de conmovedor. Siempre que la escucho acabo en lágrimas y mi versión marica hincha sus velas mientras babeo “Ay qué bonito es esto…”:

Otros temas remarcables de ese elepé son Lágrimas y lluvia, Te voy a olvidar y el único tema decente que ha grabado el grupo Maná en su puta y tristísima vida, Se me olvidó otra vez.

De sus revisitaciones a Gabriel, también es digna de mención Ya no vuelvo a molestarte , que aquí podemos disfrutar en una versión en directo para la televisión colombiana.

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Foto: pinterest.com

4. Luz de luna

Cuando un artista recurre a versionar estándares, eso suele indicar que su carrera se encuentra en un parón creativo. Sin embargo, reconozco que en este disco de reinterpretaciones de clásicos mexicanos, Canta con mariachi volumen 4, también producido por Juan Gabriel, la voz de la Dúrcal suena más pura que nunca. De hecho, este Luz de luna de Álvaro Carrillo sorprende por una arrolladora fuerza y frescura que contradicen el que fuera compuesta en 1959:

En ese mismo disco, nuestro ángel se atreve con clásicos incontestables como Ruega por nosotros, de los compositores mexicanos Rubén Fuentes y Alberto Cervantes (quien tantos boleros rancheros creara para Pedro Infante y Javier Solís).

También es justo mencionar al productor y compositor español Rafael Pérez Botija, quien en 1981 creó un tema que con los años ha terminado por convertirse en un pequeño himno, La gata bajo la lluvia:

Con Juan Gabriel siguió grabando éxitos como Cuando decidas volver. De 1977 a 1987, Rocío Dúrcal lanzó en total nueve incansables álbumes con composiciones o producción del genial Divo de Juárez.

 

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Foto: 20minutos.es

3. Como tu mujer

Rocío descabalgó de Juan pero siguió en tratos con talentos mexicanos. En 1988 se puso en manos de Marco Antonio Solís, que le escribiría y produciría un par de discos. De todos sus temas, creo que éste es el más afortunado, un agradable y típico “reproche triste a ritmo alegre”, con un swing azteca en el que la personalidad de la Dúrcal encaja a la perfección:

Más tarde, volvió a grabar bajo la producción de Solís y del cantautor también mexicano Joan Sebastian, siempre en el género de las rancheras: pero desafortunadamente mucha gente sigue pensando que todos son temas de Juan Gabriel…

Ya en los 90, Cómo han pasado los años del argentino Roberto Livi y el español Rafael Ferro constituye tal vez su último gran éxito creado específicamente para ella.

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Mítico: sobran las presentaciones. Foto mítica: zeta92.lamusica.com

2. Déjame vivir

Como ya he colado muchas buenas canciones, no me puedo resistir a cerrar la etapa Dúrcal-Gabriel con este delicioso video donde actúan como dúo, escenificando uno de esos lamentos interminables que sólo este monstruo de la canción popular es capaz de engendrar y comercializar manteniendo su reputación indemne: Déjame vivir supone una divertida reunión de ambos convertidos en inesperada versión (más) trash de los argentinos Pimpinela:

Y en un tono más entrañable, esta hermosa despedida en directo:

Fue un placer conocerte:

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Foto: www.elmundo.es

1. Nada

El último disco de Rocío Dúrcal al que albergo mucho cariño es este Entre tangos y mariachi (2001), que a pesar de ser una mera reunión de versiones tangueras a ritmo de vientos y guitarrones, contiene una selección de títulos bastante cuidada y ofrece una interpretación muy emotiva de la diva. Para mí es su última gran grabación.

Ahí están Sombras…nada más o Nostalgias. Todo muy sombrío y nostálgico, sí.

Mi corte predilecto es una sorpresa: un tango que no conocía, apropiadamente titulado Nada, compuesto por José Dames y escrito exquisitamente por Horacio Sanguinetti. En la versión durcalera, más que a ritmo de mariachi esta trágica elegía parece desgranarse con ecos de guateque, pese a la melodramática letra: “Al llegar hasta el umbral, un candado de dolor me detuvo el corazón…”.

Buen tema para finalizar, por la tristeza que su letra nos transmite y porque, paradójicamente, fue compuesto en 1944, el mismo año que nació “la Dúrcal”:

“¡Nada, nada queda en tu casa natal! Sólo telarañas que teje el yuyal… El rosal tampoco existe y es seguro que se ha muerto al irte tú… ¡Todo es una cruz…! ¡Nada, nada más que tristeza y quietud! Nadie que me diga si vives aún…”

Que vivas para siempre, querida Marieta, linda Rocío Dúrcal.

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Foto: www.adurcal.com

 

 Dedico este texto a mi madre, tan fan como yo de la Dúrcal,
y a Silvia Leborán, quien me descubrió a la muy leandra…

Hernán Migoya

Escritor y guionista español. Ya está a la venta su nueva novela, "La flor de la limeña" (Planeta Perú).