Muchos periodistas que sí se enfrentaron al fujimorismo no están hoy en los medios peruanos

Disolver, di-sol-ver.
Imagen vía: agoraabierta.lamula.pe

Me contactan de una revista literaria española para hacerme una entrevista. Casualmente estoy en Barcelona unos días y les convoco en la terraza de un bar frente a Arco de Triunfo. Se presenta una sola persona: resulta que es peruano.

Empezamos a hablar con afabilidad: se llama Ricardo Iván Paredes y me cuenta que lleva prácticamente todo el siglo XXI en España. Se tuvo que ir cuando el fujimorismo empezó a represaliar a los periodistas que no aceptaban directrices y sobornos para favorecer al régimen en sus informaciones. Él trabajaba en Frecuencia Latina y me explica que en 1997 el canal fue intervenido por el gobierno, echando a la calle a los elementos periodísticos molestos y asegurándose de que los boletines informativos fuesen desde entonces afines a la labor del poder oficial.

Ricardo fue de los que se quedó sin trabajo. Nadie le ofrecía nada: estaba en la lista negra de los periodistas indeseables. Solamente CPN Radio le admite al fin: allí cobraba una cuarta parte del sueldo del canal. Él no es un pituco limeño, no es uno de mis vecinos miraflorinos que se indigna desde el pedestal de su casta privilegiada de ancestros pudientes. Es de Áncash y tiene familia emigrante: de Ancash a Lima a causa del terremoto de 1970 y más tarde a España.

Alguien le tiende una mano, los mismos que le quisieron estrangular: puede volver al “sistema” si se incorpora a la planilla del diario chicha El Chino, uno de los periódicos sensacionalistas subvencionados por Fujimori para lavar el cerebro a la población y hacerle quedar como un benefactor nacional.

Ricardo se lo piensa bien y dice “no”. No humilla la cabeza ante los corruptos.

En 1999, gracias a su familia tramita un visado de trabajo como “empleado del hogar” y viaja a España, donde también sufre períodos de altibajos económicos. Era licenciado en Periodismo y, con esfuerzo y dedicación, en Barcelona se licencia en Filología Hispánica.

Ricardo Iván Paredes. Imagen: vía Hernán Migoya 

Ha vuelto de visita al Perú hace unos siete años, pero se nota que quedó al margen. En todo el tiempo que llevo viajando a su país de origen, jamás nadie, que yo recuerde, me ha hablado de él en el circuito periodístico limeño. Otra voz acallada por el fujimorismo.

Noto a Ricardo prudente a la hora de hablar de su experiencia: qué diferencia con tantos otros periodistas que ahora de pronto, a voz en grito, se las dan de antifujimoristas desde la cuna… Me recuerdan a aquellos numerosísimos españoles que empezaron a presumir en los medios de haber sido arrojados luchadores antifranquistas, casualmente cuando el tirano Francisco Franco ya había muerto tras someter al país a 37 años de dictadura. En cuanto se murió, todos antifranquistas.

Y los verdaderos antifranquistas, los que se jugaron el cuello de verdad en los años 70, asombrados de contar con tantísimos repentinos compañeros de lucha que también afirmaban ahora haber peleado por la libertad en aquel entonces…

Las verdaderas víctimas nunca suelen protestar tan alto como los impostores. Como los aspirantes a falso mártir.

Ahora Ricardo, discreto, tranquilo, pone en marcha la grabadora de su celular e inicia su batería de interesantes preguntas sobre mi obra y mi visión del Perú y de España. Le contesto mil burradas, mil posibles titulares.

Nada más terminar la entrevista, cojo el tren de vuelta a mi pueblo en la periferia barcelonesa. Durante todo el trayecto de media hora, no dejo de pensar en que debiera haber sido yo quien le entrevistara a él…

*Ricardo Iván Paredes es fundador y coordinador de la revista literaria Pliego Suelto