Cholo soy y no me complazcas , noticias Viernes, 14 noviembre 2014

El humor popular puede ser socialmente progresista: cómicos contra la corrupción y la homofobia

Hernán Migoya

Escritor y guionista español. Ya está a la venta su nueva novela, "La flor de la limeña" (Planeta Perú).

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Estos días me puse muy triste al presenciar una actuación supuestamente humorística en una peña de Jesús María y contemplar a un cómico evidentemente homosexual ocultando su condición ante el público y exagerando más sus propios tics para ridiculizar el estereotipo gay al servicio de varios chistes infames. No eran chistes con complicidad y fondo inocente: eran insultos y ridiculizaciones (¡de él mismo!), donde su lado gay no resultaba partícipe de la broma, sino una víctima amordazada y vejada por el lado público de ese mismo individuo para hacer reír a parejas aparentemente heteros.

Fue como ver a un negro bailando claqué para el Ku Klux Klan o uno de esos judíos que ejercían de soplones de los nazis en los campos de concentración.

Tal vez el tipo no era gay y simplemente se trataba de un heterosexual amanerado. Me pondría triste igual.

Atisbar por internet la situación económica y moral en mi país no me puso de mejor humor. Pero hubo una noticia que sí me animó: Los Morancos, el dúo cómico más popular de España, han grabado una parodia de Bailando, el éxito de Enrique Iglesias & Descemer Bueno Gente de Zona, haciendo mofa-denuncia de la corrupción.

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No hay quien se salve en Mangando, que es como han retitulado la canción (“mangar” en jerga española significa robar con descaro): involucran con razón en la letra desde la Infanta española al ex presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, para finalmente reclamar cuentas al propio presidente del gobierno, Rajoy. No es para menos. Entre bromas y bailes se dicen varias verdades.

El país necesita ese alivio de risas.

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El “machote” y el “marica”

Tras la triste desaparición de nuestro Melcochita particular, ese tipo de humorista único y genial que encarna los valores telúricos de todo un país y por eso hace reír no por lo que dice sino por CÓMO LO DICE, España no anda muy sobrada de cómicos de fuste. Los Morancos son vilipendiados por toda la élite cultural española (como en Lima ocurre con los humoristas propios o el propio folclore popular), porque su humor es básico y dirigido al pueblo. ¡Pero tienen mucha gracia estos dos hermanos sevillanos! O a mí me la hacen, quizá porque yo soy de pueblo y entiendo su código.

Desde luego, resultan un elemento impagable para estudiar y comprender cómo es el carácter del español medio.

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César y Jorge Cadaval son como Stan Laurel y Oliver Hardy, el Gordo y el Flaco, pero jugando con otros estereotipos: el tosco hetero y la loca desenfadada, con un sustrato tradicional muy arraigado en el inconsciente colectivo nacional. Pero en su caso, en esos estereotipos no hay malicia, sino ternura: Jorge reveló su homosexualidad años ha y su hermano es absolutamente cómplice en los himnos a la tolerancia que entonan en sus gags.

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Hace casi una década ya, grabaron otra parodia brillante, en esta ocasión de una canción de verano moldava, retitulándola Marica tú, Marica yo (Pluma pluma gay), para animar a la gente gay a salir del closet. El vídeo es una maravilla, destila alegría y creo que ha hecho más por la libertad sexual que muchas campañas oficiales:

Dos años atrás fui a verles al teatro en Barcelona: fue hora y media de no parar de reír a mandíbula batiente, tanto el público como yo, desternillados gracias al “salero” (comicidad natural, muy andaluza) de estos dos cómicos con décadas de experiencia que, como los grandes, prácticamente improvisan todo su espectáculo.

Ver ahora este otro vídeo-canción sobre la corrupción en España, apropiándose el deporte favorito de los españoles (la queja), pero con chanza y sentido de la autoparodia, me vuelve a poner de buen humor.

Actuaciones como la suya o la de Ernesto Pimentel contestando con sensatez la irracionalidad pura de todos los Philip Butters del mundo, demostrando que el hombre tras la Chola Chabuca posee más temple que cualquier presunto macho verdugo, me hacen sentir esperanza de que el respeto a la diferencia y el amor entre los seres humanos acabará con el miedo de esos otros cómicos que no se atreven a exhibir ni a celebrar cómo son realmente.

Hernán Migoya

Escritor y guionista español. Ya está a la venta su nueva novela, "La flor de la limeña" (Planeta Perú).